
Gigi Bryant iba a cargar el legado de su padre
Ella iba a ser una estrella.
Su nombre era Gianna María Onore Bryant. El mundo, de ahora y para siempre, la recordará como Gigi. Su padre, Kobe Bryant, la llamaba Mambacita. Él, por supuesto, era el Mamba, y ella iba a ser la versión femenina de él. Su plan era jugar en la Universidad de Connecticut y luego a la WNBA.
Durante los años, el mundo la observó crecer de una pequeña bebé en sus brazos, a una niña tratando de aguantar en sus manos el trofeo del Jugador Más Valioso así como su inseparable compañera en visitas a los juegos de la WNBA, colegial y de la NBA alrededor de los Estados Unidos. Ella siempre escuchando a su padre explicarle los detalles que ella veía en la cancha, tal como él lo hacía.